jueves, marzo 04, 2010

Prometo serte [in]fiel...

Eso de las promesas no es lo mío. Y aunque dicen que "prometer no empobrece" yo creo que al menos si estreza. Y, entre tanto estrés, hay temas que son más sensibles que otros: la fidelidad es uno de los más.
No puedo prometer fidelidad, y confieso que lo he intentado pero (intencionalmente o no) he roto la promesa. Sé que puedo ser fiel, pero "asegurarlo" lo convierte en una obligación, no en un acto de voluntad... de libertad.
Supongo que si hay dos personas que están juntas es porqué tomaron una decisión libremente, y (así) no hay necesidad de prometer nada. Por eso mejor ponemos "las cartas sobre la mesa":
¿qué quieres tú? ¿qué quiero yo?
Si se puede lograr, bien por nosotros. Si no, pues bye. Estoy con alguien porque quiero, no porque lo necesito.
Punto.Bye.

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