Pensar con la V...

"Los hombres piensan con el…” me dijo una amiga, por no pronunciar al tan inmecionable pene o cualquiera de sus denominaciones... "Y tu", continuó... No me quedó más remedio que callarme la boca y asentir con la cabeza. No es que nadie me lo hubiera dicho antes (por algo existe la canción de Elvira) pero no sé que día en mi vida juré que yo era otra y que Elvira había muerto, luego la reviví, la maté, la reviví... En pocas palabras, me escudo en otro personaje para no sentirme mal de tener tan poco cerebro cuando se trata de los temidos seres H.

No sé que pasó el día que conocí la “excitación”, pero creo se me volvió adictiva. No soy una maniaca sexual (Nota: no me quieran aplicar la premisa psicológica que dice: la negación es el primer síntoma de… bla bla bla) ¿A quién no le gusta "sentir rico"? lo que sea que eso signifique, o implique. En mi caso, implica cosas bastante extrañas.

No es que me haya ido mal, al contrario, me fue tan bien que ¡me gustó! Ese es el problema y no otro. Cuando las cosas me gustan: en vez de ser feliz, me agobio; en vez de seguir disfrutando, me lleno de inseguridad; en vez de gozar y punto, hago planes ¡La pendejada de los planes! Y no de cualquier tipo, sino planes sin fundamento, sin ser pensados: planes impulsivos, correspondientes a los sentimientos del momento, a las sensaciones revoltosas que llenan mi estómago, mi cabeza, mi pecho y por consiguiente a mi queridísima amiga la "famosa" V.

Y heme aquí: escribiendo luego de hacerle caso, luego de presentir, después de sentir y, obviamente, post-sentir (O sea, arrepentirme).

Quién les dio permiso a esos “sabios” de la época que sean, de decir y todavía atreverse a escribir de lo maravilloso de la racionalidad; de la templanza; del hombre sobre la bestia ¿Por qué, mejor, no nos heredaron un manual? al menos a nosotras las M, de cómo manejar a nuestras amigas V. Aunque reconozco que son únicas e irrepetibles, no es tan difícil hacer categorías ¿o sí? Por ejemplo: las serias, las fáciles, las frías, o las irreverentes ¡como la mía! Que no tiene respeto ni por mí. Para mí que a esos tipos, como buenos seres H que son, no les importó nunca lo que las M sentíamos, y menos nuestras amigas V. Y, a causa de la indiferencia, ahora mi amiga V se declara en huelga del mundo, en rebeldía total y ha tomado mi cuerpo, hasta mi pensamiento, diría que a la fuerza, pero sinceramente no pude resistirme.

Ahora, en complicidad, nos intentamos consolar mutuamente. Ella con sus deseos, yo con mis planes ¡La pendejada de los planes!

He aquí la regla de oro, el secreto del orden:
Tener un sitio para cada cosa
Y tener
Cada cosa en su sitio.
Rosario Castellanos


Nota: Odio que, queriendo hablar de cosas totalmente de Chikas, termine siempre pensando en función de seres H.
Tú tienes la culpa.