Pornografía I

Y resultó que desperté con los ánimos por los suelos.

Recorrí todo mi closet para decidir que ponerme para ir a la escuela en un jueves cualquiera, pero no encontré nada que en realidad me agradase. Entonces vi una blusa rosa que decía "Be my babe" y se me antojó ponérmela [dato curioso: esa blusa me la regaló mi prima el 14 de febrero, en ese momento el regalo fue muy significativo porque llevaba un día de soltera y, según dicen, no es bonito no tener novio ni amigos por esas fechas)

El punto es que me la puse... de repente me vi semidesnuda sólo con la blusa puesta y se me ocurrió que, como es un poco larga, unos leggins no le caerían mal. Ya con blusa rosa y leggins grises medio transparentes me sentía lista para robar cámaras [si fuera el caso, pero esta vez sólo se trataba de ir a la escuela]

Luego, para colmo de mi mal humor, no encontré algo adecuado y ligero para ponerme encima, dado que hacía un poco de frío opté por una chamarra-gabardina verde que tenía por ahí. Cuál sería mi sorpresa que la gabardina quedaba mucho más larga que mi blusa y parecía yo de esas personas que de repente se abren la gabardina y no traen nada debajo.

Después de haberme asado todo el camino en el pesero [sí con "s" porque es de pesos no de peces] porque no podía ni moverme con la bolsa, la chamarrota y mis patas flacas apretadas entre tanta gente, en cuanto llegué a la escuela ya sintiéndome en territorio civilizado me quité la chamarra. En eso lo primero que recuerdo es que andaba en mis días, y casi me da un ataque que me llevó a salir corriendo al baño para ver si no había tenido accidentes. Entrando al baño y viendo que todo estaba bien, me di cuenta de tres cosas:

1. que mi brassiere en realidad no servía para nada más que para que se vieran los tirantes rojos, porque, a penas sentía frío, se me notaban todos los pezones [osea, se veían completamente los únicos dos que poseo] a través de la blusa.
2. que los leggins eran más transparentes de lo que regularmente me había percatado, puesto que la blusa rosa cubría menos de mis muslos [y, por lo tanto de mis nalgas] de lo que el espejo de mi cuarto me había mostrado.
3. que la chamarra me hacía sudar, porque en el DFectuoso hacía un calorón [entendido como calor de chilango, porque mi naturaleza chihuahuense diría que estaba bueno el clima]digno de abril más que de 1° de octubre, o sea, no estaba el clima pa' chamarra, pero si pa' suéter. Y no me la podía quitar porque se me notaban los pezones debajo de la leyenda "be my babe", y se me veían las nalgas a penas me movía un poco.

Luego de tantos conocimientos adquiridos acerca de mi atuendo -que ofendería la moral recatada de cualquier persona "decente"- me puse a pensar en como solucionar el problema y llegué a una sola conclusión:

¡Pues si el cuerpo se hizo para que viviera uno con él! ni como esconderlo cuando no se puede, así que chingue su...

Y quien no me quiera ver las tetas [lo cual es muy poco probable porque soy talla doble A, o sea, aunque quisieran no verían nada], las nalgas o las piernas... pues que se volteé para otro lado porque yo estoy muy feliz de enseñar todo en una sola exhibición.

Punto bye.