lunes, agosto 03, 2009

Hoy fue UNO de esos días de 1936. Tan lejanos.

Odio cuando siento ganas de escribir y no tengo manera d hacerlo en ese momento. Como ahorita, estaba lavando trastes y sentí ese doloroso sentimiento de recuerdos de 1936 agolpandose en mi interior.

Me paralicé al darme cuenta de que estaba imaginadome un escenario distinto, con papeles y actuaciones diferentes a las que había visualizado junto a ti una y otra vez.

Es raro, porque para ser honestos la verdad es que ya no me gustas, no hay nada de tu yo reeinventado que encuentre interesante o fascinante.

Pero la mente termina haciendo lo que le da la gana conmigo y yo, no pude evitar la revoltura de sensaciones el día de hoy.

Lo mas curioso es que recordé todas las veces que nos oí decir que lo nuestro era demasiado bueno para ser verdad, tu y yo auguramos en nuestro futuro justo lo que nos esta pasando, millones de veces dijimos: si, cortaremos para los últimos semestres de la carrera. Cada uno intentara rehacer su vida, conseguiremos a alguien a quien querer y después volveremos a los brazos del otro.

Lo gracioso es que te juro que si lo decíamos en serio. Era la solución mas fácil y mas lógica.

Lo que me llevo a pensar en todos esos esbozos de un futuro juntos que tuvimos, la vida, el amor, etc.

Hoy el miedo me dejó helada al darme cuenta de que empezaba como dije;
a armar un nuevo escenario, un nuevo guión, a agregar nuevos personajes, y demás cosas para que esta vida funcionara. Una nueva
línea en donde lo que prometimos, dejo de ser una opción.

El nudo en la boca del estomago no te lo puedo describir, pero espero
que a la larga sea solo una huella en mi, una cicatriz con la que se pueda vivir, ya que además también será un recordatorio de nuestros
buenos tiempos y te juro que yo sonrió de solo pensar en recordarte así.

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